Hospital de Leganés: ¿quién se hace, ahora, cargo del dolor?
El Dr. Montes -como coordinador- y el excelente equipo de urgencias del hospital de Leganés han pasado 3 años bajo sospecha, acusados anónimamente y perseguidos por las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid como presuntos responsables de haber “anticipado” la muerte de pacientes en el servicio de urgencias del hospital.
La Audiencia de Madrid ha negado todas y cada una de las acusaciones y ha determinado que no hubo ninguna mala praxis en el hospital.
La consecuencia de aquella persecución política por parte del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el Sr. Lamela, y de la propia presidenta, Esperanza Aguirre, contra Montes y su equipo tenía un claro objetivo: sembrar el miedo, la duda y la desconfianza hacia los profesionales y los servicios de la sanidad pública madrileña. Aguirre y Lamela estaban construyendo, con dinero público, 8 hospitales en Madrid, cuya gestión iba a ser privada.
Para los pacientes madrileños las consecuencias son otras, mucho más graves. Ahora, en Madrid se muere con más dolor. Los médicos no se atreven a aplicar sedaciones en situaciones agónicas terminales por miedo a denuncias anónimas… que tardan 3 años en revelarse falsas.
La manipulación del dolor que han hecho Aguirre y Lamela no debe quedar impune. Hoy, pasado el asunto de la sedación paliativa, la derecha la emprende contra las clínicas de aborto y contra las propias mujeres. Es, otra vez, lo mismo: denuncias anónimas, mentiras, manipulación, campaña política para generar miedo y luego, si se demuestra que mentían, impunidad.
No podemos permitir que sigan jugando con el miedo, la mentira y la amenaza. La izquierda madrileña debe conseguir que el Partido Popular pague por tanto dolor y tanto cinismo.