2 noticias buenas y 2 malas
Las buenas: en París, firmado compromiso de los principales países involucrados en la terrible realidad de los niños (40% son niñas) soldados, para combatir con mayor firmeza contra las mafias y los grupos armados que los secuestran , compran o “contratan”. El drama de los niños y niñas reclutados para los conflictos armados es muy complejo y el compromiso firmado estos días no acabará con las causas de esa infancia sin demasiado horizonte pero es, sin duda, un paso muy importante desde el punto de vista político y humanitario.
En París también: firmado el Convenio de Naciones Unidas contra los desaparecidos. Largo combate iniciado por las madres de la Plaza de Mayo y que ha ido calando hasta concienciar a un número importante de países que firman el acuerdo –de obligado cumplimiento-. Ahora hay que ir sumando más firmas y las consiguientes ratificaciones pero ya tenemos un instrumento de derecho internacional que deberá perseguir el delito de las desapariciones, las detenciones forzosas, las prisiones secretas etc...(todo muy de actualidad como veis).
Las malas: he tenido algunas entrevistas con defensores de los Derechos Humanos en Colombia y mi impresión no puede ser peor. El programa de Justicia y Paz impulsado por el Presidente Uribe, está pasando como una apisonadora sobre los más débiles: campesinos, víctimas de los paramilitares, indígenas... La devolución de las tierras incautadas está siendo ridícula y trufada de irregularidades. Están asesinando a testigos claves en los procesos contra muchos de los crímenes cometidos y los abogados, sindicalistas, líderes campesinos o las organizaciones de derechos humanos están amenazados.
La connivencia de parte de los poderes del Estado con los grupos paramilitares es evidente así que habrá poca reparación y poca justicia. Desde el Parlamento Europeo, vamos a seguir de cerca el proceso, apoyando al gobierno de Uribe en su apuesta por la paz, desde luego, pero sosteniendo los principios de legalidad, transparencia y reparación que él mismo ha defendido públicamente. La gente lo está pasando muy mal.
En Portugal, los progresistas tratan de ganar el referéndum que permitirá la legalización del aborto a través de una ley muy parecida a la española. La Iglesia y los sectores más conservadores tratan de evitarlo.
Las portuguesas tienen muchísimos problemas cuando quieren interrumpir un embarazo. Siguen produciéndose intervenciones clandestinas peligrosas con algunas muertes cada año. En clínicas autorizadas españolas se están atendiendo muchas IVEs de mujeres portuguesas –igual que cuando nosotras viajábamos a Londres, con la diferencia de que hoy somos todos socios de la Unión Europea!-
La mala noticia es que algunos diputados españoles de la Eurocámara han firmado una carta de apoyo a los prohibicionistas portugueses, cometiendo un acto de hipocresía considerable... ¿Por qué no pueden las portuguesas acceder al mismo nivel de atención médica que las españolas, cuando quieren detener un embarazo?
Os animo a adivinar (o averiguar) los nombres de estos eurodiputados del PP, firmantes de una carta contra la legalización del aborto en Portugal...por cierto las firmas de esa carta son en un 80% masculinas.
(Ya te digo).
En París también: firmado el Convenio de Naciones Unidas contra los desaparecidos. Largo combate iniciado por las madres de la Plaza de Mayo y que ha ido calando hasta concienciar a un número importante de países que firman el acuerdo –de obligado cumplimiento-. Ahora hay que ir sumando más firmas y las consiguientes ratificaciones pero ya tenemos un instrumento de derecho internacional que deberá perseguir el delito de las desapariciones, las detenciones forzosas, las prisiones secretas etc...(todo muy de actualidad como veis).
Las malas: he tenido algunas entrevistas con defensores de los Derechos Humanos en Colombia y mi impresión no puede ser peor. El programa de Justicia y Paz impulsado por el Presidente Uribe, está pasando como una apisonadora sobre los más débiles: campesinos, víctimas de los paramilitares, indígenas... La devolución de las tierras incautadas está siendo ridícula y trufada de irregularidades. Están asesinando a testigos claves en los procesos contra muchos de los crímenes cometidos y los abogados, sindicalistas, líderes campesinos o las organizaciones de derechos humanos están amenazados.
La connivencia de parte de los poderes del Estado con los grupos paramilitares es evidente así que habrá poca reparación y poca justicia. Desde el Parlamento Europeo, vamos a seguir de cerca el proceso, apoyando al gobierno de Uribe en su apuesta por la paz, desde luego, pero sosteniendo los principios de legalidad, transparencia y reparación que él mismo ha defendido públicamente. La gente lo está pasando muy mal.
En Portugal, los progresistas tratan de ganar el referéndum que permitirá la legalización del aborto a través de una ley muy parecida a la española. La Iglesia y los sectores más conservadores tratan de evitarlo.
Las portuguesas tienen muchísimos problemas cuando quieren interrumpir un embarazo. Siguen produciéndose intervenciones clandestinas peligrosas con algunas muertes cada año. En clínicas autorizadas españolas se están atendiendo muchas IVEs de mujeres portuguesas –igual que cuando nosotras viajábamos a Londres, con la diferencia de que hoy somos todos socios de la Unión Europea!-
La mala noticia es que algunos diputados españoles de la Eurocámara han firmado una carta de apoyo a los prohibicionistas portugueses, cometiendo un acto de hipocresía considerable... ¿Por qué no pueden las portuguesas acceder al mismo nivel de atención médica que las españolas, cuando quieren detener un embarazo?
Os animo a adivinar (o averiguar) los nombres de estos eurodiputados del PP, firmantes de una carta contra la legalización del aborto en Portugal...por cierto las firmas de esa carta son en un 80% masculinas.
(Ya te digo).
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