Elena Valenciano

Hoy Safia Amajan, responsable del departamento de asuntos de la mujer en la provincia de Kandahar (Afaganistán), ha sido asesinada, según explican su verdugos, por "espía a favor de los invasores". Safia luchaba por los derechos de las mujeres en un país donde no se cuenta con ellas. Para sus asesinos Safia era una espía porque abría escuelas y talleres cuando la mujer no debe tener acceso a la enseñanza ni trabajar fuera de casa.
Todas las informaciones hablan de la crítica situación de Afganistán; un polvorín que ya está estallando poniendo, de nuevo, en peligro el frágil equilibrio del país y de toda la región. Pocos de esos relatos -salvando a Ángeles Espinosa de El País- nos hablan de las mujeres.
¿Recordáis lo famosos que se hicieron los burkas de las mujeres afganas hace algunos años? Entonces tuvo mucho de mitificación y de aproximación simplista, pero su difusión fue útil para que pudiéramos hablar de ellas; de las afganas y su prisión talibán. Hoy las cosas han cambiado sólo para unas cuantas en Kabul… muchas mujeres afganas nos envían mensajes para que sigamos pendientes de su (mala) suerte… ¿Nos preocupó realmente su situación entonces? ¿Se intervino en Afganistán para, entre otras cosas, liberar a sus mujeres?Entonces hay que volver a intervenir… aunque cada vez esperan menos del "desarrollado mundo occidental". Necesitan agua y luz, seguridad y atención médica. La democracia importada y la liberación de los burkas es una necesidad más nuestra que suya.
Si tenéis ocasión, buscad a las afganas en la red o en la prensa y escuchad lo que nos dicen… Rawa y Hawca son dos páginas muy ilustrativas ¿Hacemos algo?