Elena Valenciano

Está claro que la fuerte subida del barril de petróleo –ayer volvió a rozar los 100$-, está generando tensiones inflacionistas en la economía mundial. En Europa, la subida de los precios está poniendo en apuros a las autoridades monetarias. Hay, además, otros problemas que influyen en esta incertidumbre que se está instalando en los mercados mundiales y en los consumidores, como el temor a una recesión de la economía norteamericana, la crisis de los mercados de crédito… Pero lo peor en una situación como la que estamos viviendo - los expertos no dejan de repetirlo- es azuzar la sensación de crisis e instalar la desconfianza en la sociedad.

Y, por eso, ésa precisamente, está siendo la actitud del PP en España. La visión catastrofista de los dirigentes populares ha llegado ya a la economía española.

España no se ha roto a causa del Estatuto de Cataluña, la familia tampoco desaparece por culpa de los homosexuales, el gobierno socialista no ha cedido ante los terroristas y actúa eficazmente contra ETA, Navarra no fue entregada a ninguna causa secesionista, los escolares estudian Ciudadanía y no han caído en la depravación y el vicio descontrolado… O sea que, ahora, Zapatero es el responsable de la subida de los precios. Como no podría ser de otra forma en el argumientario popular, la culpa es nuestra. Menos mal que tenemos memoria y hemerotecas.

La legislatura socialista se cerrará con un crecimiento medio de la economía del 3,7%, la tasa de crecimiento más alta de los países del G-8. Durante estos años se han creado 3 millones de empleos -medio millón de ellos, en 2007-. Hace ya un año que se consiguió la convergencia con la renta per cápita de la Unión Europea y la hucha de la Seguridad Social está en 45 mil millones de euros (estaba en 15 mil millones, cuando el PSOE llegó al Gobierno).

Es cierto que la inflación en España es alta, como lo es en la inmensa mayoría de los países europeos, porque han subido el petróleo y el valor de las materias primas en los mercados internacionales. Pero también es verdad que España goza de mejores indicadores económicos que los de otros países de nuestro entorno. Debemos estar atentos, desde luego, pero no tiene sentido generar más confusión…

Dice el PP que, con Rajoy, la economía española -no han dicho nada de la mundial- iría mejor. La verdad es que, con las cifras en la mano, los gobiernos del PP no resisten la comparación.

La economía crece hoy al 3,8% y en 2002 lo hacía al 2%. La inflación se sitúa en el 4,1% y en 2002 era del 4%. Es decir, con el PP había una inflación similar, pero con un crecimiento del PIB a la mitad del actual y, con el petróleo tres veces más barato.

Cuando con el PP el Producto Interior Bruto cayó en una sola legislatura del 5 al 2,5% no se habló de crisis.

Tampoco es serio hablar de recesión económica porque el mes de diciembre se haya cerrado con una subida del paro y no decir que hoy tenemos una tasa de desempleo del 8%, mientras que con el gobierno del PP se situó en el 11,5%.

En todo caso, lo más interesante para la ciudadanía española es tener una orientación sobre lo que puede pasar. La respuesta es muy tranquilizadora: la economía seguirá creciendo por encima del 3% hasta 2010, la tasa de paro se situará por debajo del 8% y se crearán 2 millones de nuevos empleos, la productividad crecerá por encima del 1% de aquí a dos años, las cuentas públicas seguirán con superávit y la hucha para las pensiones seguirá creciendo.

¿Con cuántas cosas más quieren confundirnos y asustarnos? ¿Cuántos Apocalipsis van a anunciar de aquí al 9 de marzo? Tengo curiosidad...